lunes, 21 de diciembre de 2009

Mascaras

Ocupar el cuerpo de otra persona es comparable a que le engrapen a uno el estómago como tratamiento contra la obesidad. Pierdes un montón de peso, pero la niña gordita e insegura de siempre sigue ahí dentro.

El mismo fruto, sólo que en una cáscara distinta.

Yo podría cambiar mi aspecto o estar en el cuerpo de alguien mas y seguiría siendo igual de rara. Con mis mismos "traumas", pero en "otro cuerpo", eso no cuenta para nada - pero que tal si es estas en el cuerpo de una persona "popular", las personas te darían una oportunidad para conocerte-.

Pero... mejor ser farol que farola solitaria ¿no? (si, claro), por que quedarte fuera ¿te convierte en un pato de feria?. Y un pato de feria es pato muerto. Pero la cuestión, una vez establecido el panorama de los patos, es la siguiente: ¿Qué es mejor, ir por ahí nadando solo y aterrado para que te cazen en el momento menos esperado; o saberte rodeado de otros "patos" de aspecto y proceder idénticos a los tuyos, para posiblemente salvar tu vida sacrificando la de ellos? "El afán de supervivencia es innato".

Es aquí donde entras en un dilema; cuando las personas no entendemos el verdadero valor del camuflaje y queremos distinguirnos de los otros y llamar la atención, pero al ser diferente a los demás marcas una linea muy clara sobre tu ideología o algo por el estilo, aunque pensandolo bien, puedes camuflarte sólo para salvarte...


T.H

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